Poemas de Pablo Socorro

Los  siguientes poemas resultaron finalistas y Mención de Honor en el 67 Concurso Internacional de Poesía y Narrativa «Alianza de Palabras» en Argentina.

TANGO DE FANTASMAS

Borges y Casares me piden invite a un café

Y si se puede un vino, ruegan.

En la mesa de siempre, a la entrada del Bar

miran desconfiados a todos los clientes de La Biela

Vigilan no se vaya nadie sin pagar.

¿qué hacés por acá?, quieren saber.

Espero a una mujer (ellos ríen)

Las mujeres no se esperan, dice Borges.

Se van a buscar, añade el otro.

Sos un boludo, me acusan

y ambos ríen, borrachos de cera y olvido.

Perdón señores (ellos salen del Aleph. Curiosos)

Una mujer que fue mi amante y hoy es un recuerdo que se aleja.

Los dos viejos me ignoran.

Otean las otras mesas del bar buscando quien les pague una ronda.

II

Acá en este café donde quedamos en vernos

pienso en lo que pudo ser y no fue:

los caminos caprichosos que se nos enredaron,

los ratos de furor que nos quedaron.

En este tu Buenos Aires de canto y bandoneón

baño en tinto los recuerdos.

alimento los asombros por esa vida de porteña que te hiciste.

Siempre pegada al mar como gaviota,

un ojo en tierra otro en la tormenta,

y los fuegos lejanos de una ciudad mar.

Espumas del recuerdo y tu cuerpo desnudo

desafiando el oleaje.

Aquellos maremotos de abrazos compartidos

III

En este bar La Biela

—donde Borges y Casares tejen almanaques—

escancio tu risa en mi copa,

brindo por lo que dejamos atrás.

Ya sé que no vendrás;

en la gramola del fondo se escucha un tango triste.

Mi mente resbala por ese caminito

donde una vez cambiamos el tiempo por versos en la piel

EL LOCO MÁS CUERDO

Camino por las calles colgado de un recuerdo

en el balcón de aquella casa una joven canta

una señora riega los geranios en un portal de ocre

un niño baila samba sobre una pelota de fútbol

en la punta de sus pies descalzos la calle es un estadio

sonrío y saludo a todo el mundo

digo hola ¿cómo están? Nadie me hace caso

La gente mira y dice

ese hombre es un loco sin remedio

aún cree en cosas intangibles como amor amistad o compasión

en esta era en que todo tiene un precio

ese loco ignora la plusvalía de una mentira

y aún cree en el calor de un apretón de manos

piensa que un abrazo es medicina para el tedio

Se espantan porque recreo mundos olvidados

cruzan a la otra acera para no contaminarse

el color de la esperanza les aterra

dicen que estoy loco que soy necio

que vivo en la Luna y no en la Tierra

Les dejo que eso piensen

me tiene sin cuidado

He descubierto que en esta ciudad de humos y trapecios

hay que pasar por loco para que te crean cuerdo

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