Durante los últimos tiempos y muy particularmente a principios del siglo XX e inicios del XXI, el mundo ha experimentado una vertiginosa transformación. El conocimiento acumulado y el desarrollo de nuevas tecnologías en todos los campos del saber, han incidido en la producción de bienes materiales no solo en términos de cantidad, sino también en el orden cualitativo, visto esto como la capacidad de respuesta a las nuevas necesidades y la solución de problemas.
No obstante el uso de materiales más ligeros y económicos en correspondencia con el incremento de la demanda, la necesidad de disminuir los costos y la búsqueda incesante de ganancias, si bien formaron la productividad del trabajo y el crecimiento de la producción en términos absolutos, repercute en una menor durabilidad de partes y piezas, todo esto trae consigo bien para el fabricante y comerciante y mal para el consumidor.
El desarrollo alcanzado por las nuevas tecnologías de la Informática y las Comunicaciones, incluída el surgimiento del internet y las redes sociales, abrió infinitas posibilidades a la gestión del conocimiento y la comunicación entre las personas, pero impuso igualmente retos ante el peligro de manipulación de la información , la difusión y consumo de lo banal y lo grotesco, afectando el idioma, la comunicación, entre otros efectos nocivos con los que ya se convive y donde la adicción a los artefactos tecnológicos comienza a deteriorarse en la sociedad, llevando al hombre a valorar, apegarse más a las virtudes materiales que las espirituales, muchos hogares perdiendo la forma de comunicación general en particular donde cada persona está aislado en un mismo hogar.
El desmedido afecto a lo material y a la dinámica del desarrollo ocupan el motivo primordial y el tiempo que debía invertirse en alimentar el alma, esto lo podemos lograr no cometiendo errores fundamentales como son :
- La ignorancia
- El egoísmo
- El odio
- La crueldad
- El orgullo
- La codicia
Debemos revisarnos cada día y cuando erramos como humanos que somos, rectificar positivamente, esto nos dará una salud mental que nos lleva a obtener una salud física, la enfermedad física tiene una conexión directa con los sentimientos, las enfermedades físicas se relacionan fundamentalmente con los errores y defectos que vamos acumulando y no somos capaces de enmendar, por qué no ir a los siete estado de curación de una enfermedad como son: La paz, la esperanza la alegría, la fe, la certidumbre, la sabiduría y el amor.
Nuestros temores, nuestras aprehensiones, nuestras ansiedades son los que abren la puerta de la enfermedad. Si alimentas tu mente en la bondad tus pensamientos van a influir en tu estado de ánimo, debemos buscar un equilibrio armónico no convirtiéndonos en un dador material donde tu jerarquía de vida se convierta en objetos materiales no reforzando la espiritualidad.
La mente se relaciona con todos los trastornos psíquicos como la ansiedad, la depresión, la esquizofrenia, la tristeza, el miedo, la ira, la alegría. La alegría desmedida nos afecta pero la normal nos lleva a mantenernos en un equilibrio, circulando por nuestro cuerpo energías positivas que nos llevan a la salud, que no es más que el equilibrio entre el hombre y el medio ambiente, donde la enfermedad es alejada de nuestro entorno.
El ser humano es el fruto de sus propios pensamientos, si pensamos bien nuestro estado de ánimo será bueno, estamos alegres, optimistas, mantendremos esperanzas convirtiéndonos en seres positivos que irradian felicidad hacia aquellos que conviven y hacia el resto de la sociedad.
Hay que pensar positivo para ser mejores, enfocarnos en la solución del problema. los problemas siempre van a existir pero debemos jerarquizar por orden de solución y de prioridad .No debemos pensar en aquello que no está a nuestro alcance solucionar aislarlos de nuestros pensamientos.
Corrigiendo los programas mentales erróneos, sustituyéndolos por nuevos a nuestra propia medida, como expertos programadores positivos de nuestra mente.
Hace 2500 años Confucio decía debemos imparciales pero jamás neutrales.
Debemos tener fe y confianza en nosotros mismos cambiar nuestra forma de pensar, pensar en bien y en la solución de las barreras y obstáculos que enfrentamos.
Utilicemos el lenguaje como medio de reforzar nuestra salud mental reprograma los malos pensamientos por buenos repitamos frases positivas que nos ayuden a cambiar esquemas que nos traen malos pensamientos
Hoy me va a ir bien muy bien
Hoy tendré éxito
Hoy saldré bien en el trabajo
Hoy estaré mejor, mejor, mejor
Me siento bien
Me siento tranquilo
Me siento sano, saludable.
Todas estas frases aportan una programación positiva a nuestra vida, inyectándonos energías positivas.
Reprogramar es cambiar lo que debemos cambiar, borrar la negatividad por la positividad desechar lo malo por lo bueno, con todo lo antes expuesto podemos afirmar que repotenciamos el ser y el pensar, no vivas por vivir desecha lo que te hace daño, haciendo tu vida más placentera para ti y los demás.