La fiesta patronal de una comunidad y una diócesis, es un momento oportuno para celebrar la fe, para acercarnos a la vida de ese patrón y así encontrar caminos que nos conduzcan a la santidad.
San Rosendo, obispo y hombre de Dios, es para nuestra comunidad de la Catedral y para toda nuestra Diócesis un ejemplo de santidad. El deseo por lo espiritual, la defensa de la fe y el amor a la Patria, son muestras de ello, a la vez, es una gran invitación para todos nosotros.
Desde febrero nos preparamos para su fiesta el 1 de marzo, con la conocida canastilla, una ayuda en conjunto con toda la comunidad que vamos formando y luego será de gran ayuda para algunas embarazadas y recién paridas que lo necesiten. Es un gesto de caridad a los niños, una alegría para todos que podamos brindar una ayuda generosa.
El Triduo a la Fiesta fue un tiempo de gracia, donde dedicamos un día a la memoria histórica y agradecer a tantas personas que hicieron mucho por nuestra Ciudad y nuestra Iglesia.
La Santa Misa el 1 de marzo fue presidida por nuestro Obispo, Mons. Juan de Dios Hernández Ruíz, y oramos por todos los obispos que ha tenido esta diócesis de Pinar, por los sacerdotes, religiosos y religiosas, fieles, seminaristas, y por toda esta Ciudad de Pinar, tan necesitada de la intercesión de su santo patrono.
El domingo 3 de marzo, realizamos la Verbena de San Rosendo, creando un lindo ambiente de fraternidad, de comunión, de compartir. Hicimos una rica caldosa y pasamos una mañana llena de bendición y paz.